¡Impleméntela Presidente!

Mi cuna estuvo en Cañazas de Veraguas. En mi sangre corren los valores interioranos de disciplina, respeto por la naturaleza y honrar la palabra empeñada.

Conozco la ciudad también. Me establecí en Panamá para formar mi empresa y mi familia. Mi esposa y yo procesamos carnes y sesenta familias dependen de nosotros.

Agradezco a Dios porque esas vivencias me han hecho un hombre reflexivo y discreto, pero de acción. Por eso estoy obligado a llamar la atención del Presidente de la República y su -esperamos todos- equipo bien intencionado. Él nos habla de que debemos funcionar “como un puño”. Más allá de la frase bonita, es urgente dar pasos concretos que brinden estabilidad básica a nuestro incierto presente.

Conozco “al dedillo” el negocio de la carne. Les confirmo que por ahora hay suficiente ganado en pie para abastecer el país y los precios se mantendrán, si no los tuercen los especuladores. Sin embargo, la depresión económica que se avecina pronto, reducirá la demanda, los precios caerán y la producción puede perderse

¿Cómo garantizamos que todos los productores de ganado reciban apoyo estatal? ¿Quién velará por los empleados de esas empresas si quedan en suspenso laboral?

Aplaudo la iniciativa de las bolsas de comida. Armarlas y distribuirlas es un esfuerzo admirable y enorme. Lamento que algunos políticos irrespetuosos las utilicen para bellaquería. El pueblo sabe quiénes son y los debe castigar oportunamente.

Esta crisis ha acelerado tecnologías que pueden reducir la exclusión y la desigualdad. Presidente: implemente ya masivamente el plan piloto que deposita en la cédula el dinero del Bono Solidario.

Así, con muchísimo menor esfuerzo y gran impacto, el gobierno tenderá la mano al que menos tiene. Simultáneamente, moverá la economía, el comercio al por menor y el sector agropecuario.

Utilice ese método, Presidente, para que el pueblo coma durante estos días aciagos, depositándole B/.300 mensuales directos, eficientes y controlados.

Así, ganaderos y demás productores sobreviven. Los consumidores adquirirán proteína esencial y otros nutrientes para la mesa familiar.

Cierro recordando que la vida de todos está en juego. Oremos mucho. Nos tenemos unos a otros para controlar la pandemia. No salgamos de casa si no es no es necesario, y cuidemos la salud de quienes nos rodean.