Orgullo santeño en tiempo de crisis
Hablar del orgullo que sentimos por nuestro terruño encierra un conjunto de beldades sobre el lugar donde nacimos, crecimos y hemos compartido junto a nuestros seres queridos. Es un regocijo que, por generaciones, nuestros ancestros nos han transmitido y llevamos en la sangre.
Siento orgullo de ser una hija santeña, me quito el sombrero pintao, me recojo el pollerón y me declino ante este pedacito de tierra azuerense, gigante en tradiciones y costumbres que inyectan vida y color a nuestro país y trascienden nuestras fronteras.
Admiro al campesino agricultor ganadero productor que con su sudor siguen dando el sustento a todos los panameños. A los diseñadores, artistas que con su arte hacen más grande nuestro pueblo, a los artesanos que elaboran con tanta dedicación los sombreros y con mucha destreza las cutarras. Amo a las artesanas que con sus manos mágicas tejen, entretejen para crear el traje mas hermoso del mundo, La Pollera.
Como reina de Calle Abajo de Las Tablas 2020, me siento muy orgullosa de pertenecer a una provincia donde su gente ha demostrado disciplina y trabajo en equipo para enfrentar los momentos críticos que estamos viviendo debido a la pandemia del COVID 19.
La tierra que alberga a nuestra virgen amada Santa Librada, ha dado una lección de fortaleza, solidaridad, disciplina y amor al mundo. Los santeños han contribuido con su granito de arena para ayudarse unos a otros y evitar a toda costa que el virus ingrese a los nuestros pueblos.
Lo importante es seguir unidos, no bajar la guardia y seguir las medidas de seguridad sanitaria recomendadas por el Ministerio de Salud. Solo así, como lo hemos venido haciendo, saldremos airosos de esta pandemia que hasta la fecha ha contagiado a nivel mundial a más de 5 millones de personas y ha cobrado la vida de 347 mil. ¡Juntos lo lograremos!