RedacciónLa ley 56 de 27 de mayo 2011 que regula los servicios privados de seguridad que debe entrar hoy en vigencia, buscaba actualizar una legislación obsoleta de 1992, pero a la postre al proyecto se ha convertido en un dolor de cabeza.El anteproyecto consesuado con la Cruzada por la Paz fue desvirtuado en la Asamblea Nacional de Diputados y el Gabinete tuvo que aprobar de apuro una disposición que pospone la vigencia de la Ley 56, para que una comisión revise ese instrumento y sea sometido nuevamente al Organo Legislativo.
El eliminar los conserjes o porteros de edificios para reemplazarlos por agentes de seguridad que percibirían altas suma por sur servicios, eran uno de los puntos que más cuestiona el panameño común, porque en la práctica se traduce en un aumento de las cuotas que ya paga mensualmente por el mantenimiento de los inmuebles en los que residen.
De igual modo se elimina la custodia de los policías a camiones de reparto en las llamadas zonas rojas del país, donde el vigilante privado y los distribuidores serían presas fácil de la maleantería.La Cámara de Comercio identificó unos 17 goles que encajaron los diputados de todas las bancadas en el cuestionado proyecto.Ahora no se puede alegar que es una responsibilidad única de los miembros de la oposición, porque cuando la iniciativa se aprobó todavía estaba vigente la alianza entre Cambio Democrático y el Panameñismo.
Ahora se hace necesario una revisión a la ley 56 y eliminar los goles que le metieron a la sociedad panameña.