El padre, de 43 años, y la madre, de 30 años, llamaron a los bomberos y cuando llegaron los paramédicos informaron que la niña había fallecido.
Según los padres, de origen Gnäbe Buglé, ellos se acostaron con la bebé en una cama de cañazas y cuando despertaron se percataron que estaba sangrando.La niña no había sido reconocida y tampoco tenía nombre.