Los eSports: El auge de los deportes electrónicos en Latinoamérica
Brasil ocupa el tercer puesto en audiencia digital en el mercado mundial de los deportes electrónicos, con cifras relevantes si se observa que hace dos años no aparecía en el radar de las estadísticas.
El auge y gran éxito de los eSports en América Latina se debe a que estos deportes electrónicos dejan de ser un pasatiempo y se han convertido en uno de los espacios más grandes de competencia acompañado de sus monumentales transmisiones en el mundo
Según una reciente investigación de Newzoo, Brasil ocupa el tercer puesto en audiencia digital en el mercado mundial de los deportes electrónicos, con cifras relevantes si se observa que hace dos años no aparecía en el radar de las estadísticas.
La industria de los videojuegos es una de las más importantes a nivel mundial con ingresos anuales de alrededor 1000 millones de dólares. En 2018, el 12 % de los aficionados a deportes electrónicos a nivel mundial eran latinos. Cifras que confirman cómo esta industria ha dejado de ser un pasatiempo para convertirse en un importante mercado.
Según un reciente estudio de la firma analista del mercado de los videojuegos y los eSports, Newzoo, Brasil ocupa el tercer puesto en audiencia digital en el mercado mundial de los deportes electrónicos cuando hace dos años no aparecía en el radar de las estadísticas.
Esto también se debe al aumento de registro de equipos a los eventos de eSports, un promedio de 667 equipos que hace un total de 3,335 personas para un solo campeonato totalmente en línea.
En números exactos para un campeonato en América Latina, Brasil encabeza las inscripciones con 492 equipos, seguido por Argentina con 128, Chile con 27, Paraguay con 12 y Uruguay con 8.
Por otro lado, el aumento de la cantidad de transmisiones en vivo que se está generando el mundo se incluyen a Latinoamérica, Rusia, China y África (Angola), generando una mayor presencia en el mercado.
Los números de audiencia se triplican cada año, lo que convierte a eSports no solo en uno de los grandes eventos si no en un nuevo modelo de negocio con una rentabilidad cada vez mayor para las marcas y los patrocinadores.