Bondades y ventajas de comer en casa

Desde pequeños siempre se nos ha mencionado que debemos evitar comer en la calle. Para la gran mayoría de las personas esto es una ley, pero siempre existe la duda sobre lo que en realidad se debe comer y no contribuir a la obesidad.

Según el especialista de comida saludable Boris Domínguez, la comida casera nos ayuda en alejar a nuestros niños de procesos químicos y preservación de alimentos que no incluyen la conservación de los nutrientes.

Además, esto también crea un hábito, el que será fundamental para los niños y así no estarán extrañando el "fast food", incluyendo poder regular el consumo de frituras y azúcares.

Desde pequeños

Aunque suene repetitivo, los carbohidratos, proteínas, grasas y vegetales, siempre deben estar presentes, se debe procurar incluir siempre frutas, vegetales, carbohidratos buenos y proteínas y de omitir alimentos de harinas refinadas como el pan blanco y pastelillos, azúcares como dulces y pasteles, sodas, jugos dulces, alimentos fritos como empanadas y alitas.

Comer frente a la televisión

Según el experto el problema de comer frente a la tele pasa por la distracción que tiene el chico con la TV. Sería un buen premio pactar con el que una vez que consuma toda su comida entonces podrá ver la tele.

A pesar de eso, recomienda como primera opción sentarse a la mesa para estimular la unión familiar, aunque sea en un pequeñito espacio de tiempo, se puede recuperar mucho y disfrutar de una calidad de vida.

Vegetarianos sí o no

Según Boris, los vegetarianos bien educados no tendrán problema en educar a sus niños de la misma manera. Es recomendable que antes de hacerlo estén preparados para obtener todas las fuentes requeridas de proteínas y nutrientes, siendo así estaría muy bien que tengan la misma inclinación alimenticia que sus padres.

Existe la limitación de los precios para gran parte de la población que no tiene la capacidad económica para hacerlo, de todas maneras quien está pensando en comprar orgánico sabrá cómo sustituir estos alimentos por otras opciones más económicas, aunque menos eficientes. Cabe destacar que cambiar nuestro estilo de vida mejora la alimentación de nuestros hijos.