RedacciónLa pasieraza doñita Olegaria estaba muy orgullosa de su preciosa hija Princesa.Le puso ese nombre porque cuando nació era una bebé muy graciosa y todos los vecinos coincidían en que la pequeña Princesa se iba a convertir, al crecer, en una de las señoritas más lindas de la ciudad y que lo más seguro era que llegaría a ceñir la corona de uno de esos concursos que organizan en las playas del Pacífico.
El más famoso era el de la Playa Juan Hombrón.
Y la gente del patio limoso decía que al fin tendrían una