La región amazónica de Beni se declaró ayer zona de desastre para gestionar más ayuda y enfrentar las inundaciones que la azotan, tras la decisión del Gobierno de Evo Morales de no hacerlo con el argumento de que aún no era necesario.
La Prefectura de Beni y la Alcaldía de Trinidad, capital de la región, informaron la aprobación de resoluciones en ese sentido ante la crecida de las aguas en varias regiones, donde llueve sin parar desde la medianoche del domingo.
El alcalde de Trinidad, Moisés Shiriqui, dijo a Efe que hasta el fin de semana la crecida de las aguas era paulatina y había cerca de 17,000 personas viviendo en 29 campamentos, pero las lluvias constantes elevaron la cifra a 25,000 personas, la cuarta parte de todos los habitantes de la ciudad amazónica.
Explicó que tanto el Consejo departamental, como la Prefectura y Alcaldía llegaron a la conclusión de que la situación provocada en la zona por el fenómeno climático "La Niña" es "desesperante".