La noche del viernes y la madrugada de ayer fueron liberados 224 obreros detenidos el martes, luego de los violentos incidentes que se dieron en la avenida Balboa, calle 50 y la Cinta Costera.
La acción se produce tras el pago de una multa de 15 balboas impuesta a cada uno por las corregidurías de Calidonia y Bella Vista.
Sin embargo, es cuestionable que se mantuviera bajo detención en la Joyita a esos obreros por 72 horas sin definir su situación jurídica, para luego aplicar una sanción administrativa.
No se puede jugar con la libertad de las personas. Nadie justifica los excesos en que incurrieron algunos manifestantes que lanzaron piedras, bloques, hierros y hasta sacos de cemento desde lo alto de edificios en construcción, pero eso no da margen para cometer otro abuso como la detención indefinida que se le impuso.
Durante la década de la dictadura se cometieron muchos abusos contra los civilistas que se manifestaron contra el régimen militar, por eso hay que estar atentos para que no se repitan actuaciones.
Al mismo tiempo, la dirigencia sindical debe modificar sus formas de protestas, porque no es a la brava que se conquistan las cosas, ya que las acciones que perjudican a terceros generan más rechazo que simpatías.
Todo lo sucedido esta semana debe hacer meditar tanto al gobierno como a los sindicatos. No puede haber abusos de nadie.