�Buenos días, doña Toña�, con este saludo afable interactúa con una de sus más viejas compradoras. Ella al igual que todo el que lo conoce asegura que es la excepción de la regla: un billetero fuera de serie.
Todos estaban en filas en espera de su turno con la esperanza de comprar el chance o billete ganador del sorteo del miercolito.
El billetero con su tablero grande está en movimiento desde muy temprano, con gran agilidad y amabilidad despacha a la gente desde el número desde 00 hasta el 99.
Deme un pedacito de 00, dijo otra jovencita, �Cómo no! Aquí está, �suerte!, de esa manera transcurría la mañana.
José, quien pidió reservar su verdadera identidad, ya que hace dos años intentaron asaltarlo. A partir de ese traumático hecho su horario de venta es hasta que se oculte el sol.
Hace más de 10 años se ubica en el mismo centro de venta en Juan Díaz, pero sus clientes conocen que hay reglas que deben cumplir como formar fila y esperar su turno.
Con nivel académico de hasta III año en la carrera Arquitectura y un técnico en Mecánica Industrial, dijo que entró a este negocio para ayudar a un familiar; sin embargo, poco a poco se adentró hasta que se convirtió en su profesión.
Y aunque manifestó que en este trabajo no todo es "color de rosa", porque es muy sacrificado, hay que trabajar duro para alcanzar un ingreso digno que te permita sobrevivir; por ello, hoy poseo mi casa, carro y mis dos hijos estudian en un centro privado.
"Estamos para servir y para que la gente gane" y nuestra política es vender del 00 al 99 sin casamiento con nadie o ataduras de "one two".
Y aunque afirma que políticos, gente de la farándula y personas con alto poder adquisitivo se han detenido frente a su tablero, a él no le importa la condición social, pues igual le vende desde un chance de 25 centésimos hasta 1,000 dólares en chances y billetes.
Prefirió guardar silencio ante las prácticas del "one two" o casados aplicadas por sus colegas para mejorar sus niveles de venta.
Su inmenso tablero sobresale de los demás, puesto que tiene tres libretas para poder vender números bajos y altos sin ninguna atadura.
Reconoce que le ha dado la suerte a un sinnúmero de personas, y en lo que va del año ha vendido en tres ocasiones el primer premio.