Las aspiraciones de Manuel Antonio Noriega, de volver a Panamá, parecen haberse esfumado definitivamente. La Suprema Corte de Estados Unidos rechazó revisar su decisión de dar vía libre para que el exgeneral panameño sea extraditado a Francia.
La decisión final de su extradición podría recaer en la Secretaria de Estado, Hillary Clinton; lo cierto es que a Noriega ya se le acabaron las opciones. El exhombre fuerte cumplió su condena en Estados Unidos el 7 de septiembre de 2007. En Francia fue condenado en ausencia a 10 años de prisión y en Panamá tiene procesos en los que fue sentenciado a más de 60 años de cárcel.
En torno a Noriega hay toda una trama y política de alto perfil. Sin duda que el exgeneral guarda muchos secretos, sobre todo de sus relaciones con la comunidad de inteligencia de Estados Unidos que no conviene que se revelen.
En todo caso, Panamá no debe renunciar a que la justicia local cumpla su papel y el dilema Noriega, es una prueba de fuego para los tribunales, donde el exgeneral tiene condenas pendientes por casi 60 años.
No habría mayor problema si Noriega retorna a Panamá y cumple aunque fuera una parte de su condena. Incluso para cualquier reo resulta más llevadero pagar una sentencia en su país -con acceso a las visitas de familiares y amigos- que cumplir una pena en cualquier cárcel europea.
Sin embargo, la situación se complica con una reforma penal que permite que un reo con edad superior a los 70 años, pueda cumplir su condena bajo la figura de casa por cárcel.
Al final, todo indica que será una decisión que deberá adoptar el Departamento de Estado norteamericano, para resolver el limbo en que permanece su "prisionero de guerra".