El Internet ha revolucionado la forma en que nos comunicamos e interactuamos unos con otros. La complejidad del sistema ha cambiado nuestros métodos de compra y venta de mercancías y ha tenido un profundo impacto en cómo las personas se comunican entre sí.
A muchos padres les encantaría saber cada vez que sus hijos tienen acceso a Internet. Esto puede ser muy difícil en muchas circunstancias.
El acceso a ciertos escenarios de la web, sin el conocimiento y consentimiento de los padres, es peligroso para la seguridad de los adolescentes y de toda la familia, ya que innumerables escenarios en la red suelen ser riesgosos para las personas independientemente de su edad. La identificación de las posibles amenazas puede ser una experiencia abrumadora para muchos padres, pero es un paso necesario en el proceso de identificación y protección de los hijos y la familia. Tener conocimientos básicos del Internet no es suficiente. Los padres también deben de hacerse valer mediante el conocimiento de los peligros que existe en éste.
Se ha sabido que muchos maniáticos del Internet dan seguimiento a sus víctimas en redes sociales y otros tipos de páginas en la web, donde tienen acceso a información personal de los usuarios, los que en su mayoría son niños y niñas de corta edad, esta información puede ser desde edad, dirección, colegio y hasta información de cuentas bancarias o tarjetas de crédito.
Algunas de las posibles amenazas pueden describirse como: Robo de datos personales, software malicioso, contenido inapropiado, depredadores sexuales, intimidación, drogas y juegos.
Todos debemos estar conscientes que el Internet es un mundo de posibilidades en una sola pantalla, pero a la vez es un mundo lleno de peligros e inseguridades para los más pequeños de nuestro hogar: los hijos.