En sus inicios, Roberto "La Araña" Vásquez hizo soñar a muchos que veían en él a aquel púgil que con su pegada y empuje llevaría al boxeo local a lo más alto del firmamento. Muchos creyeron que, con el pasar del tiempo, su leyenda crecería y se conocería a lo ancho y largo del planeta... Todo fue un sueño, un triste sueño...
"La Araña", quizás el boxeador más carismático de los últimos tiempos, fue ridiculizado, bajado de las nubes, de su endiosado aposento, por el mexicano Hugo Cázares, quien el miércoles le pegó cuando quiso y como quiso ante un público que salió frustrado del Centro de Convenciones ATLAPA.
Cuando el 29 de abril del 2005, el arácnido ganó el título mundial de las 108 libras al noquear al colombiano Beibis Mendoza, su futuro en el boxeo se vislumbraba próspero, prometedor, pero la indisciplina, la irresponsabilidad y la falta de humildad, ante todo, fueron haciendo mella en su figura y en su carrera boxística que ahora presenta un panorama gris, dudoso, que duele muchísimo a los que creyeron y aún creen en él.
Vásquez, aunque ídolo caído, es un ser humano y es hora de que decida sobre lo que quiere en la vida... la indecisión puede costarle caro, muy caro.