La revisión de la instalación eléctrica del hogar debe hacerse, al menos, cada diez años. Pero, además, nunca viene mal seguir unos consejos de precaución para reducir el riesgo de accidentes.
Lo primero que debe hacer es identificar los circuitos eléctricos, no utilice nunca aparatos que tengan cables pelados, no sature de conexiones las bases múltiples, pueden calentarse en exceso.