H emos llegado al punto de no retorno. Dentro de 30 días, el pueblo panameño decidirá en las urnas quién será el próximo presidente de la nación istmeña. Pero igualmente, es durante estas cuatro semanas que faltan para el 2 de mayo, cuando ocurrirán eventos que pueden enturbiar el ambiente electoral.
Cuestionable es el hecho que el Tribunal Electoral determinó que el próximo 20 de abril será la última fecha para publicar encuestas y sondeos en medios de comunicación social. Semejante dictamen surge quizás por las malas experiencias que se vivieron en torneos electorales pasados, como el caso de 1999, cuando una encuesta publicada en la última semana del mes de abril demostró que el candidato presidencial supuestamente favorito, quedaba rezagado al segundo lugar.
Entretanto, ese segundo puesto subía al primero lugar, como sucedió con el caso de Martín Torrijos y Mireya Moscoso.
Es evidente que en esa veda de 12 días entre el 20 de abril y el 2 de mayo habrá un cambio abrupto del electorado panameño, debido a que un gran número de votantes no se han decidido en escoger a un candidato presidencial. Es más, son en esas últimas 48 horas antes del torneo electoral cuando el pueblo decido por quién votar.
Como vemos, casi dos millones de panameños están aptos para votar el 2 de mayo. De esos, la mitad (un millón de personas) no están inscritos en partidos políticos. Según estadísticas oficiales y no oficiales, del restante millón de panameños afiliados políticamente un 38% pertenecen al Partido Revolucionario Democrático (PRD), otro 22% al Partido Arnulfista y 15% al Partido Solidaridad.
Es prácticamente imposible advertir lo que pasará con la actitud de los votantes indecisos en esa semana previa a los comicios.
Mejor ejemplo de cambios de actitudes electorales es el fenómeno percatado en España, el pasado 13 de marzo, cuando hubo elecciones en la Madre Patria. A dos días de las votaciones parlamentarias, un atentado terrorista en Madrid determinó que millones de españoles modificarán
su voto a favor del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), negreando al Partido Popular de José María Aznar, quien manipuló los informes sobre la autoría del brutal atentado que organizó la red Al Qaeda y no la banda terrorista vasca ETA.
Para colmos, la fecha de las elecciones cae después de una quincena. Ya nos imaginamos a la ama de casa que va a pagar el recibo de luz eléctrica o el teléfono, cuyas tarifas altas hacen maldecir a quien implementó las privatizaciones estatales de esos servicios públicos. "�Qué? Tengo que pagar
55 balboas de teléfono? Todo por culpa del Toro. Ahh, el amigo de Martín y del PRD... Van duro el dos de mayo?", dice disgustada una joven madre en la agencia telefónica.
Igual pasará con aquellos panameños que se recordarán por el legado del gobierno arnulfista al imponer el "impuestazo" a los servicios de cable TV, alquiler de propiedades y consumo en restaurantes.
Queremos señalar que el 2 de mayo habrá de seguro una gran sorpresa.
Cuidado, que el pan se quema en la puerta del horno...
