Costumbres y tradiciones de la Semana
Mayor en Coclé
Irasema Muñoz
Coclé - EPASA
La Semana Santa o Semana
Mayor se conmemora en todo el país, pero cada pueblo tiene sus costumbres
y tradiciones que vienen de generación en generación, y que
le dan el toque especial, único en cada región.
En Penonomé, la Semana Santa se inicia el Viernes de Dolores con
una procesión que parte de la catedral San Juan Bautista de Penonomé,
con la imagen de la Dolorosa y llega a la Capilla de San Antonio, donde
la Virgen se encuentra con su hijo y con dolor, lo deja y continúa
la procesión.
El día sábado se celebra una feria en los alrededores de
la Capilla de San Antonio, donde miles de personas se reúnen y hacen
reverencia a Jesús, que permanece sentado en el Altar de la Capilla.
Las personas se mantienen en vigilia durante la noche y al día siguiente,
Domingo de Ramos, se da inicio a una de las tradiciones más antiguas
que se conocen de la Semana Santa en Penonomé.
El Domingo de Ramos se celebra una misa donde se reparten las pencas
benditas a todos los asistentes. En horas de la tarde se prepara a un burrito
y sobre su lomo se coloca a Jesús.
El burrito se traslada desde la Capilla de San Antonio, de donde sale
hasta la Catedral, pero antes, en una de las calles de la barriada San Antonio,
el burrito con Jesús a cuestas traspasa la tradicional Puerta de
Tierra.
A principios de siglo, esta Puerta de Tierra se confeccionaba basándose
en madera y pencas adornadas a lo largo con flores. La confección
está a cargo del profesor Víctor Tejeira Quirós, hijos
y familia. En la Biblia se habla de una Puerta de Tierra y la misma representa
la llegada triunfante de Jesús a Jerusalén. En el Vaticano
aún se conserva la tradición y ellos mantienen una puerta
cerrada por un período de tiempo, luego del cual la vuelven a abrir,
como un acto simbólico.
El profesor Heraclio Quirós, miembro de la familia encargada del
arreglo del burrito cada Domingo de Ramos, señaló que esta
es una tradición que ha pasado de generación en generación
en su familia, desde hace un siglo.
La tradición la inició la familia George Navas y el burrito
lo prestaba Don Pascual Quirós Saénz. Al caballito se le conoce
desde hace un siglo con el nombre de "Quitrín". Con los
años, al desaparecer el señor Quirós y hoy, su hijo
Ovidio Quirós G., el arreglo del burrito lo realiza la profesora
Divida Quirós y familia, quienes confeccionan un precioso manto con
el que cubren a Quitrín. Además, lo adornan en sus patas con
galones dorados y sus riendas también son adornadas.
El profesor Heraclio Quirós manifestó que ellos han tomado
la obligación histórica como algo familiar y se ha transmitido
durante un centenar de años a toda la familia Quirós.
Indicó el profesor Quirós que hoy en día tanto el
burrito como la Puerta de Tierra han sufrido variaciones. Antes eran más
sencillos en su decoración, hoy el decorado es más lujoso
y la puerta se confecciona con cartón comprimido y madera.
Luego de que el burrito sale a la Ermita de San Antonio y traspasa la
Puerta de Tierra, el sacerdote que preside la procesión hace una
oración y explica a los feligreses el significado del acto. De ahí,
el burrito continúa en procesión rápida, no lenta como
se acostumbra, hasta llegar a la Catedral, donde es bajado el burrito y
sentado en una silla frente al Altar, donde permanece durante la Semana
Santa.
Es tradicional que durante esta procesión acudan muchos niños,
que con pencas y pitos hechos con pencas, caminen la misma sonando los pitos,
agitando las pencas o cantando.
El día lunes santo, se realiza la procesión de Jesús
orando en el Huerto de Los Olivos, por las principales calle de Penonomé.
El martes, corresponde a la imagen de Jesús Atado a la Columna, el
miércoles se celebra el encuentro de Jesús con la cruz a cuestas
y su Madre la Virgen María. Este encuentro se lleva a cabo en San
Antonio.
Ambas imágenes salen de la Catedral, pero toman distintos rumbos
y al final se encuentran en una de las calles de la barriada San Antonio,
donde se celebra una ceremonia con las dos imágenes, una frente a
la otra. Además se entonan algunos cantos religiosos. Luego se prosigue
la procesión, con Jesús presidiendo la misma, seguido muy
cerca de la Virgen, hasta llegar a la Catedral.
El jueves se celebra la misa crismal, en la cual se bendicen los santos
óleos que son utilizados por los sacerdotes en cada una de las ceremonias
especiales durante todo el año. Ese mismo día, en horas de
la noche, se celebra el lavatorio de los pies, que simboliza el momento
en que Jesús lavó los pies a sus apóstoles. Luego de
este acto, sale la procesión del Silencio, en la cual solo acuden
los varones de cada familia, que acompañan en procesión a
la Santa Cruz que porta el Sudario de Jesús.
Hoy Viernes Santo, se celebra la misa solemne y la procesión en
horas de la noche, donde salen todas las imágenes que salieron los
días anteriores. Además, sale el Santo Sepulcro, que en Penonomé
es adornado con mucho lujo y estuvo a cargo por más de 80 años
de las señoritas María Francisca Arosemena y María
Carlos González. Al morir ambas, quedó encargada de su arreglo
la familia del señor Pedro González, quienes arreglan la losa
donde acuestan a Jesús. La parte de abajo es arreglada por una comisión
que preside el señor Eliécer Jaén.
El sábado santo a media noche se celebra la procesión de
Jesús Resucitado, que recorre muy rápido y entonando cantos
de alegría, el área cercana a la Catedral. Finalmente el domingo
se realiza la Misa de Pascua en horas de la mañana.
En cuanto a las comidas, se acostumbra a guardar a partir del miércoles
de ceniza y todos los viernes siguientes. Lo tradicional es comer pescado
u otro tipo de mariscos. Algunas familias confeccionan distintos tipos de
dulces o panecitos, pero en términos generales, la comida es la misma
que en otros lugares.
La Semana Mayor representa lo mismo para todos los creyentes, pero definitivamente,
no todos la conmemoramos igual. Cabe destacar que en Penonomé las
Andas de las imágenes son ricamente decoradas por comisiones encargadas
por familias que han querido tener esta misión, y durante las procesiones
se realizan las 15 estaciones de que hablan las Santas Escrituras.
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