TRADICIONAL GOLOSINA DE SEMANA SANTA
Cocada capireña: un dulce
de calidad
Por: Julio César Caicedo Mendieta
Crítica en Línea
Ya es una ley no escrita
en este precioso país tropical, hacer dulces caseros para los días
santos. Por ejemplo en Puerto Armuelles hacen uno muy raro, sabroso y feo
con maíz viejo, amasijo que por su forma, aspecto, color y olor es
igualito a la caca, pero no lo es. Sólo el paladar es capaz de identificar
a este amielado manjar chiricano.
En otras regiones se afanan con toda suerte de bollos con miel, gollorías,
enmantecados, cocoduros y chichas. Sin embargo se ha coronado como la mejor
golosina de Semana Santa a la cocada o como dicen en La Chorrera: Cocá.
Hasta donde sabemos, existen dos recetas para cocinar la cocada. La más
popular tiene como ingredientes: Miel y coco rayado. Pero la de calidad
lleva los dos primeros, más pepitas de marañón, gengibre
y canela.
La cocada al igual que el tamal, y otras cosas importantes en Panamá
han sufrido aberraciones extraordinarias. Todos sabemos que la cocada es
un dulce y hay quienes cometen el gravísimo error de usar pepitas
saladas de esas que venden en los supermercados. Es por eso que debiesen
meter presos a quienes le ponen pasitas al tamal siendo plato de sal y pepitas
de marañón saladas a una cocada, tratándose de un dulce,
tan exquisito.
Veamos pues cómo se hace una cocada de calidad. Luego de contar
con tres cocos rayados (ojo, que no sean cocos del norte, esos que se conocen
como Sanblasinos), aplaste violentamente con el tacón del zapato,
dos buenos pedazos de gengibre, los pone a hervir en dos vasos de agua,
cuando el agua toma un aspecto amarillento, deposite tres cáscaras
de canela, después de cinco minutos bote el gengibre y las cascarillas
y se las vierte esta pósima a la miel, que cinco minutos antes debió
estar una paila de tamaño adecuado calentándose junto con
las pepitas de marañón. Luego, solo si la miel está
echando burbujas agréguele el coco revolviendo rápidamente
hasta que todo el conjunto tome un color uniforme a tigrillo, si usted aprecia
que está un poco pálida su incipiente cocada y no tiene más
miel, vaya corriendo donde el chino a buscar dos tapas de panela. Tape la
paila y se asegura de darle vueltas cada cinco minutos. La revisión
cada cinco minutos es para que no se le desborde y la revuelta simultánea
obedece a que no se le pegue. Si usted no sigue estas instrucciones y se
queda tomando o conversando distraídamente, le aseguro que será
la última cocada que realiza en su casa, puesto que si se derrama
del recipiente inundará toda la estufa, tapará los fogones
y ocasionará un desastre inconmensurable.
La cocada, queda mejor si se cocina con leña. Sin embargo la terrible
deforestación nos obligará en menos de lo que usted piensa
a realizarla en las estufas de gas.
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La cocada, queda mejor si se cocina con leña. Sin embargo la terrible
deforestación nos obligará en menos de lo que usted piensa
a realizarla en las estufas de gas. |
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