Una votación pacífica con participación masiva fue la tónica de las elecciones departamentales y municipales que se celebraron en Bolivia y que definirán el alcance del poder político de Evo Morales y la suerte de la oposición afincada en algunas regiones del país.
Los recintos electorales en Bolivia estuvieron instalados ocho horas en unos comicios en los que 5,059,453 electores estaban habilitados para participar.