La Autoridad de los Servicios Públicos reveló que a finales del pasado mes de marzo, el país volvió a romper su propio récord de demanda de energía eléctrica.
El pasado 24 de marzo de 2010, la demanda alcanzó oficialmente los 1,204 Megavatios (MW). La cifra supera en 12% la demanda pico del 2009, que fue de 1,078 MW, lo que excede con creces el incremento promedio en demanda de un año para otro, que ronda el 5%.
A diferencia de años anteriores, cuando la capacidad instalada de generación fue sorprendida por la explosión en demanda eléctrica (impulsada por el boom inmobiliario y el crecimiento económico), esta vez la industria puede enfrentar picos de 1,700 MW.
Actualmente, existen 19 proyectos de generación hidroeléctrica, para cuya puesta en operación se está invirtiendo 1,736.32 millones de dólares.
No obstante, las autoridades no puede descuidar la implementación de un plan de ahorro energético y combate al despilfarro, en el cual se involucre a la empresa privada y a los ciudadanos.
El hecho de que no estemos en la situación apretada del 2008, no significa que debamos olvidarnos por completo de que en el mercado energético se deben crear balances saludables entre las necesiades de los sectores productivos y nuestro ambiente. A mayor cantidad de proyectos de generación, más estrés sobre nuestros recursos naturales, y no podemos permitir que un desarrollo desbocado e irresponsable acabe con lo que nos queda.