Felipe Baloy y Anthony Torres, aunque no jueguen en el Barcelona como Rafa Márquez, lucieron inmensos en la zaga frente a México. Gun y Moreno por las bandas, subieron y llegaron más al área contraria que Carmona, aunque sólo les faltó el gol de Morales.
Medina III fue más que Sinha; no tuvo que haber nacido en Brasil. Solís, más que Altamirano, inclusive provocando una expulsión, y Blanco, sin ser un águila, voló más alto que Pardo. Ni Borghetti ni Blanco fueron la sombra de Garcés y Phillips; ninguno de ellos anotó, pero los nuestros no pasaron desapercibidos con sus gambetas y movilidad continua.
Para el gol, "Señor Gol", aunque no estuvo un bombardero, sí un "Matador".
Ahora no se habla del gol sobre la hora o en el último minuto en contra de Panamá. Se habla del orden táctico y el equilibrio en los últimos minutos para sostener el resultado.
Ahora no se habla del "por qué" el "Cheché" no convocó a Tejada para enfrentar a Costa Rica. Se habla de la "chilena matadora" de Tejada.
Ahora no se habla de la "Marea Roja" frustrada y triste. Se habla de la "Marea Roja" ilusionada y alegre.
Porque lo del miércoles 30 de marzo en el "Coloso de Juan Díaz", es PARA SEGUIR SOÑANDO, ya que aquel día se escribió una de las páginas de oro más importantes no sólo del fútbol, sino del deporte panameño.
Julio Dely Valdés, un histórico del balompié nacional, ya lo había señalado: "Que los mexicanos no eran invencibles" y Panamá lo demostró, inclusive, descubriendo algunas de sus debilidades que les costó haber jugado su peor partido en estas eliminatorias y truncar la promesa de Lavolpe de ganar todos los puntos de los cinco primeros juegos de la hexagonal.
Los aztecas sufrieron en su visita a Panamá, de seguro no lo esperaban a tan alta escala. Pero siguen siendo líderes invictos y favoritos con 7 puntos.
Los canaleros, por su parte, se repusieron de la adversidad para sacar un empate con sabor a gloria, pero seguimos siendo penúltimos con sólo dos puntos, pocos realmente, pero que nos permiten SEGUIR SOÑANDO en el Mundial, no importa cómo lleguemos, lo que importa es llegar a nuestro primer mundial de mayores, el de ALEMANIA 2006, realmente, PARA SEGUIR SOÑANDO.