El papa Juan Pablo II, cuyo testamento se hizo público este jueves, llegó a considerar la renuncia en 2000 y estimó que su supervivencia al atentado que sufrió en 1981 se debió a un "milagro".
El 6 de marzo de 1979, el Papa destacó que no deja ninguna propiedad y que está preparado para lo que El señor dispusiera.
Del 22 de febrero al 1 de marzo de 1980 dijo: "Deseo de nuevo totalmente confiarme a la gracia del Señor. El decidirá cuándo y cómo debe terminar mi vida y el ministerio".
Luego del atentado de 1981, el Papa señaló que eso confirmó que se siente más cerca del Señor, y enfatizó que sus funerales fueran decididos por los Cardenales.
Del 12 al 18 de marzo de 2000, año del jubileo, Juan Pablo II, entre otras cosas, se pregunta si DIos lo llamaría pronto (o sea, dejar el Papado).