Un tanque de oxígeno abordo de la misión espacial Apolo 13 de la NASA explotó el 13 de abril de 1970 mientras el módulo se dirigía hacia la Luna, poniendo en grave peligro a su tripulación. Los astronautas James A. Lovell, John Swigert y Fred Haise tuvieron que combatir con la pérdida de energía eléctrica en la nave, el frío intenso del espacio y escasez de agua potable, entre muchas otras dificultades, para poder regresar con vida a La Tierra. La imagen muestra el daño causado por la explosión en el módulo donde se encontraban los tripulantes.