Se inicia el año escolar para las escuelas y colegios oficiales del país y algunos centros educativos particulares que no pudieron iniciar en la fecha prevista. La ocasión es propicia para hablarles sobre la participación de los padres de familia en el proceso educativo de sus hijos y acudidos; además, quiero aprovechar para referirme a los conceptos de valores y competencias que se hacen presente en los textos escolares.
Con el inicio del año escolar, los padres de familia pasan a desarrollar un rol determinante en casa, como apoyo a la labor educativa que realizan los docentes en el aula de clases. Comprendemos que como adultos y responsables de una familia, tienen compromisos de índole laboral que es sustancial para proveer de las condiciones mínimas a sus hijos; otros, cumplen con compromisos académicos, pues todo ser humano tiene derecho a superarse, pero aún así, hay que dedicarle tiempo al aprendizaje de sus hijos y acudidos. Y ese tiempo debe ser de calidad, más que cantidad.
Por otra parte, escuchamos a educadores y a facilitadores tocar el tema de las competencias y valores como herramientas para que las niñas y los niños aprendan, autorregulen su aprendizaje y desarrollen habilidades y destrezas mediante recursos que el docente utiliza en el aula. Como complemento, al docente se le orienta sobre métodos para enseñar acordes con los nuevos desafíos pedagógicos de nuestro tiempo.
Si estamos en la búsqueda de una educación de calidad, le corresponde a los padres de familia dar su cuota de colaboración y apoyar la gestión del docente para sacarle provecho a la promoción de valores y competencia que se promueve a través de los textos escolares y que deja a un lado la educación mecánica de los años 70 donde la memoria era depósito de conocimientos. Hoy día es necesario que los estudiantes descubran y analicen; y que los docentes promuevan la competencia humana que no es más que la integración de las destrezas con actitudes positivas que se adquieren en casa y en la escuela.