Un cristiano que vive en oración, lee la Palabra, se alimenta con la Eucaristía y ama fraternalmente a su prójimo no necesita de apariciones para creer, porque su fe le permite "creer sin ver". Esa persona no necesita "ver para creer" y su fe está finamente arraigada dentro de sí.
El Señor algunas veces permite apariciones de la Virgen para que aquellos cuya fe tambalea, vuelvan al camino del Señor. Pero no es normal que el Señor o la Virgen María se aparezcan, porque con el Bautismo tenemos en el corazón el depósito activo de la fe, esperanza, caridad y amor. Dentro de nuestro alma están estas virtudes funcionando, porque Dios vive inmenso en nosotros. Hay que tener mucho cuidado con eso y no andar desesperadamente buscando apariciones. Si usted tiene fe y quiere ver al Señor, lo tiene vivo, real y presente en el sagrado del templo y lo encuentra también en la Palabra. Si quiere ver a Cristo, mírelo en los niños pobres y desnutridos en los que está Jesús. Si quiere ver a Dios, mire el lindo amanecer o atardecer, la luna llena, las flores, el verdor y todas las cosas maravillosas que creó �l para usted. Esos son milagros continuos y piropos de un Dios que está enamorado de usted.
Cada vez que una rosa abre sus pétalos, es el Dios maravilloso que le está diciendo que lo ama y le regala esa belleza para que la mire. Las flores en realidad no son necesarios para la vida. Necesarias son las verduras, legumbres y frutas, pero las flores no sirven para nada, porque usted ni siquiera se las puede comer. Dios creó las rosas y las demás flores para estar continuamente diciéndole que lo ama y le tiene preparado un cielo con un jardín eterno de gozo y esperanza Viva, Crítica en Línea en �l.
Lo que parece innecesario, como un bello atardecer, es un toque divino y maravilloso que manda el Señor a cada rato para decirle que �l existe y lo ama. No se puede sacar ningún provecho terrenal a un lindo atardecer. Pero en otra onda o dimensión, es un mensaje de un Dios que es puro amor.
Ahora lo que el Señor espera es que los canales, que somos nosotros mismos, se pongan a funcionar. Si usted activa su fe, verá que con el tiempo Dios hará el milagro a través suyo. Recuerde que Dios lo puede todo y CON �L, USTED SER� �INVENCIBLE!