El abogado Jorge Garrido, quien mantiene un proceso por lavado de dinero en el caso donde es investigado en el proceso contra David Murcia Guzmán, dijo en su declaración indagatoria que su cliente no se vislumbraba con una reputación delictiva, más bien se veía como un empresario, al referirse al dueño de DMG.
El bufette de Garrido conformó legalmente gran cantidad de sociedades anónimas ligadas a DMG, dejando claro en la indagatoria rendida en marzo de 2009 que "la mayoría de las sociedades no fueron utilizadas, y las que fueron utilizadas, fueron negocios que abrieron al público con su licencia comercial o para el giro de dichos negocios".
Garrido aportó a la Fiscalía Primera de Drogas las licencias comerciales y los documentos de las aperturas de las sociedades anónimas.
En la declaración, el abogado aclaró que todas las cuentas bancarias que gestionó la firma a favor de Murcia o DMG, los firmantes eran personal de él (de su confianza) o de su esposa, o personas designadas por él.
Los bancos exigieron las referencias y todos fueron aportados para abrir dichas cuentas. Una inspección ocular se realizó en el bufette donde se entregaron todos los documentos de las sociedades.