Las autoridades de Santiago de Chile decretaron la primera alerta ambiental del año tras registrarse un empeoramiento de la calidad del aire.
La medida supone la salida de la circulación de cerca de 150, 000 automóviles y, según advirtió la Intendencia Metropolitana, habrá una estricta fiscalización del cumplimiento de la medida.
Estos vehículos suponen el 40 por ciento de los automóviles que carecen de convertidor catalítico.