El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, acusó a los manifestantes antigubernamentales de "intimidar" a la población, a raíz de que varios cientos irrumpieran en uno de los mayores hospitales de Bangkok.
Decenas de enfermos fueron evacuados en camillas y ambulancias a otros centros sanitarios de la capital desde el hospital público de Chulalongkorn, después de que unos 200 "camisas rojas" se abrieran paso hacia el interior sin atender a los razonamientos de la dirección, explicó el doctor Weng Thojirakarn.