El proyecto de ley de prohibición del velo integral en todos los espacios públicos que prepara el Gobierno francés prevé una pena de hasta un año de cárcel y multa de 15, 000 euros para quien lo imponga a una mujer.
Por su parte, las mujeres que vayan cubiertas con el niqab o el burka podrán ser sancionadas con una multa máxima de 150 euros, según el esbozo del proyecto de ley.
Además, se contempla la posibilidad de imponerles a las infractoras un cursillo de ciudadanía "como pena alternativa o complementaria".
El texto consta de dos artículos principales, y es particularmente severo con aquel que imponga por "la violencia, la amenaza, el abuso de poder o de autoridad" el velo integral, lo que ilustra la voluntad del Ejecutivo conservador de justificar esta iniciativa legislativa por la defensa de la dignidad de la mujer e intentar evacuar una polémica religiosa.
Se trata de que no parezca que el proyecto legislativo es una operación para estigmatizar a los musulmanes.