Los informes financieros de la Caja de Seguro Social (CSS) revelan que la crisis en la institución persiste. El déficit actuarial del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), se ubica en más de 2,783 millones de balboas.
En palabras sencillas, las reservas de dicho programa no serían suficientes para cubrir en un momento dado la totalidad de las 130,242 pensiones vigentes, sin contar a los cotizantes que no han alcanzado su jubilación.
Pero el asunto es peor, porque aparte del problema actuarial, por segundo año consecutivo hubo déficit de ingresos versus gastos por el orden 67 millones balboas.
Tres de los cuatro programas de la CSS registraron déficit en sus operaciones. En el de IVM la cifra fue de B/.43.6 millones, el de Riesgos Profesionales fue de B/.3.4 millones, mientras que el de Enfermedad y Maternidad se ubicó en B/.25.7 millones.
La crisis de la entidad de seguridad social será uno de los temas prioritarios que deberá abordar el nuevo gobierno de Martín Torrijos.
Las medidas que se adopten sin duda tendrán su costo político para el Partido Revolucionario Democrático, que controlará no sólo el Ejecutivo, sino la Asamblea Legislativa.
Aunque todos los sectores del país conocen bien la magnitud del problema de la CSS, es una verdad de a puño, que pocos quieren aportar su cuota de sacrificio. Desde ya vislumbramos un trago amargo para el futuro gobierno, pero habrá que tomar las medidas, aunque éstas generen un costo en la imagen del gobierno que se estrena el 1 de septiembre.