Apesar de las denuncias de nepotismo, de un mal manejo de la entidad que recoge los desechos o de que se aumentó el impuesto de Aseo, el alcalde capitalino, Juan Carlos Navarro logró superar las desavenencias y obtuvo más del 60% de los votos el pasado 2 de mayo, en los comicios generales.
Consideramos que el nuevo periodo para el señor Navarro será uno en donde ya no tendrá excusas para implementar varios proyectos que necesitan del respaldo de un gobierno central, puesto que el Ejecutivo estará dirigido por Martín Torrijos Espino, copartidario del PRD.
El saneamiento de la Bahía de Panamá es una prioridad latente que debe enfrentar el reelecto alcalde capitalino. Los cerca de 18 afluentes y ríos de la ciudad están totalmente contaminados y la rada frente a la urbe es un enorme tanque séptico que tiene potencial para generar innumerables enfermedades.
El proyecto de limpieza de la Bahía requiere aprobación del Ministerio de Salud, del �rgano Ejecutivo y de la Alcaldía capitalina. Aunque costará mucho (se estima en casi 300 millones de balboas colocar las plantas de tratamiento en los principales ríos y se demorará más de cinco años renovar las playas en la capital), la gente nunca deja de imaginar el futuro próspero de nuestra metrópoli, cuando posea una bahía sana y limpia, con aguas transparentes, en donde miles de bañistas, cual "resort" de Miami o Copacabana, se broncean al sol.
Parece un sueño, pero esto puede ser realidad si el alcalde reelecto y el gobierno de Torrijos se ponen de acuerdo para lograr este propósito.
Por otro lado, otro problema que debe enfrentar el alcalde Navarro es la solución a la crisis del transporte urbano y alrededores del Distrito de Panamá. No puede ser que medio millón de personas estén a merced de una mafia transportista, cuya flota de buses destartalados (de unos 3 mil) entorpezcan el desarrollo de la ciudad y paralicen el funcionamiento regular de nuestra capital.
Finalmente, el alcalde reelecto deberá seguir con la transformación de nuestra ciudad capital en un polo turístico de importancia mundial. Nuestro Casco Antiguo, Panamá La Vieja, el Canal de Panamá, Fuerte Amador, el parque metropolitano y otros sitios especiales son atractivos para los visitantes. Aprovechemos eso.
A, casi se nos olvidaba: fiscalizaremos su trabajo con respecto al impuesto de aseo. Vale la pena pagar cuando hay un buen servicio de recolección de basura, pero si este es pésimo, entonces que se abrogue este costo de nuestros recibos.
Así, señor Alcalde Navarro, usted ganaría más adeptos a su gestión y no enemigos que perjudicarán su trabajo en los cinco años venideros.
Buena suerte...
