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Descaro

Milciades Ortíz | Catedrático

De repente se acabó el combustible en varias estaciones de venta.

El asunto no duró horas, sino por lo menos un día en algunos sitios.

Como explicación se dijo que las distribuidoras no habían hecho las entregas a tiempo.

Sin embargo, cuando se anunció un aumento considerable del precio de la gasolina y el diésel... como por encanto se volvió a vender combustible en algunas bombas que "no tenían" horas antes.

Como muchos panameños, a veces soy mal pensado. Por eso creo que lo ocurrido fue una simple acción de especulación.

Algunos sabían que el combustible aumentaría de precio por las noticias negativas que venían del exterior.

El asunto es sencillo. Si su negocio tiene una buena cantidad de combustible comprado al antiguo precio (más barato), su ganancia al venderlo con el nuevo aumento... �será notable!

Claro que no puedo probarlo porque no tengo los recursos técnicos adecuados.

Aquí en Panamá existe una oficina casi ineficiente en esto de los precios de combustible. La Protección al Consumidor es simbólica.

A veces se contenta esta institución con decirle a la gente dónde se vende combustible "más barato".

Todo se debe a que este gobierno sigue la línea del capitalismo "salvaje". Creen que la llamada "competencia" hará que bajen los precios.

Pero eso podrá suceder en otros países. Los comerciantes panameños no le hacen caso a las "recomendaciones" que hace Protección al Consumidor.

Si no me creen, revisen las estaciones vendedoras para que vean las diferencias que existen en los precios.

Esto perjudica al pueblo panameño. El combustible es como la sangre para un país, ya que influye en los costos.

Mientras los conductores estamos indefensos ante la especulación, sigue el "juega vivo comercial", y la danza de los aumentos.

Estoy seguro que el pueblo apoyaría al gobierno si decide congelar los precios del combustible. Que las bombas vendan al precio justo y no especulen.

Esta fórmula también podría aplicarse a la canasta básica.

Comida y combustible son esenciales para mantener la paz social.

Que los comerciantes ganen lo adecuado es correcto. Pero no se justifica que por quedar bien con las instituciones económicas internacionales, los panameños estemos sufriendo inflación y alto costo de la vida.



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