U no de los postulados más destacados del Estado panameño es defender la democracia, igual que la libertad ciudadana y la libre expresión. Estos lemas igual se aplican en nuestras relaciones exteriores.
Empero, �cómo Panamá puede pretender ser parte de una democracia, si piensa apoyar a una nación que impide los derechos humanos en Hong Kong, mantiene un sistema unipartidista en un vasto territorio y somete a más de mil millones de personas a la voluntad de un Gobierno comunista que no tolera la libertad de prensa?
No más hay que ver los cables procedentes de la China Popular, donde se advierte las dificultades de los disidentes pro democracia frente al sistema totalitario chino.
Resulta insólito que figuras prestantes del futuro gobierno de Martín Torrijos, a saber, dos legisladores del PRD y un ex diplomático, estén lanzando una campaña decidida a "romper las relaciones de Panamá con la República de China en Taiwan", todo por las presiones efectuadas por la China Popular.
El argumento es que la China Popular, con sus cientos de millones de habitantes, resulta un codicioso mercado comercial que vale explotar, más que Taiwan. Fuera del asunto de las vagas especulaciones de cifras redondeadas que ciegan a los incautos, es importante destacar que nuestro país no puede darse el lujo de perder aliados internacionales así por así.
Taiwan ha sido una de las naciones asiáticas que más ha respaldado el desarrollo comercial y el intercambio cultural con Panamá. Hoy, uno de los pocos tratados de libre comercio que han resultado beneficiosos para Panamá es el TLC con Taiwan.
La interrogante es, si rompemos con la isla asiática y negociamos un TLC con Pekín, �habrá las mismas prerrogativas y derechos para que un panameño comercialice con el Continente Chino? Los comerciantes de China Continental son famosos por proteger su economía interna antes que ceder terreno a foráneos que intenten usufructuar algo con el "dragón rojo".
Cabe recordar las experiencias que han tenido otras naciones, que antes eran aliados de Taipei y que se decidieron luego romper con la isla para comercializar con China Comunista: Uruguay y Sudáfrica perdieron billones de dólares al cambiar su amistad con Taiwan e irse con Pekín.
Ojo, que con eso de la fría avaricia, perderemos a un "aliado" como lo es Taiwan y obtenemos una relaciones de mutua desconfianza con China Continental, cuyo único interés comercial con Estados Unidos, además de restar a toda costa las relaciones diplomáticas a Formosa.
