La ciudad de Santiago, se ha convertido en uno de los mejores mercados para la ventas de molas y otros artículos que fabrican los indios kunas.
Dilcia López, es una de estas damas que logra vender hasta más de 100 balboas diarios en estas bellas prendas que se han convertido en la atracción de muchas personas que las compran hasta para adornas vestidos y otros para las casa.
La señora López dijo que se toma su tiempo para confeccionar cualquiera de esas prendas de tela, pero a medida que se obtiene la práctica se confecciona en poco tiempo.
Para estas damas la capital verag�ense, es uno de los mejores puntos del país para las ventas de molas, puesto que llegan muchas personas incluyendo extranjeros que al observar los artículos los compran y se van satisfechos, por lo que un grupo de indígenas kunas están trabajando en ubicar un centro artesanías para que las personas puedan adquirirlo cuando guste.
Las indígenas aseguran que el dinero que se ganan lo invierten en alimentos, hospedaje y en la compra de telas finas para confeccionar las molas, pero que a su vez en Santiago han encontrado almacenes que tienen telas mas baratas y de colores y calidad impresionantes para confeccionar las molas y otros artículos que les facilita la hacer estos trabajos.
Representación de la fauna y de laberintos
Dentro de la mitología kuna, la diosa Kabayaí le enseño a las mujeres de la comunidadel oficio de tejer sus vestidos con la idea de crear una prenda diferente e irrepetible.Desde entonces, las mujeres kuna conservan la tradición de las molas donde plasman su pensamiento cosmogónico con una visión gráfica del mundo lleno de colorido. El origen de las molas es la mezcla de ancestrales elaboraciones artesanales, donde se combinan los tejidos, la orfebrería, la cerámica, el diseño geográfico y los tatuajes. La mola constituye el pendón inigualable de los bordados de una raíz milenaria de lanación kuna.