La selección nacional de fútbol va más allá de ser un simple equipo de fútbol. No le pertenece a nadie, es el orgullo de todo un país. Hoy, cuando la nación vive problemas económicos, políticos y sociales, la "roja" llega como catarsis para un pueblo que casi ha olvidado las causas nacionalistas.
Pocas veces el país vive tanto los estímulos patrióticos que llegan a la epidermis de la hinchada, que espera urgida la clasificación a un Mundial. Todos los medios de comunicación se han sumado a esta ola "roja" por la propia exigencia del público, que día a día quiere saber más y más de su equipo nacional.
Panamá sueña más que nunca llegar al máximo torneo de balompié, gracias al talentoso grupo de jugadores que reúne Alexandre Guimaraes. Este medio, popular por naturaleza, confía en los futbolistas del pueblo, casi todos nacidos en barrios de gran necesidad económica.
Empero, fuera de su extracto social, hoy toda la nación, sin distinción alguna, solicitará los goles del equipo. Allí necesitamos la concentración y la tranquilidad, para no caer en el juego del rival, para ser más inteligentes que los salvadoreños y para que la pelota entre en la red... para que este país, con el puño en el corazón, grite el gol de su país.
Patria...! hacía tiempo que Panamá no se encontraba con esta palabras. Sólo el deporte nos lleva a vivir estas emociones que reúnen a la ciudadanía en un sólo coro, en una sola meta.
No será fácil, pero tampoco imposible. La clasificación a la siguiente ronda está cerca y este medio está con el equipo. Arriba Panamá. La victoria estará de nuestro lado. �No se rindan muchachos!