Un mal chiste ruso dice que un soldado alemán se encontró en el campo de batalla con un militar polaco y de repende, del Cielo vino una voz: "Alto, Y será Papa". El germano recriminó al Todopoderoso por su intervención, pero Dios le aclaró: "Perdón, es que tú serás el Papa".
Esta clara alusión a Joseph Ratzinger, que cuando joven formó parte de las fuerzas hitlerianas en una batería antiaérea de Munich, evidencia que el pasado en la trayectoría de una persona no siempre debe ser el condenatorio eterno para cuando aspire a un cargo.
Lo ocurrido con el abogado Liborio García Correa, de que tuvo un problema familiar y por esto no se merecía ser el Defensor del Pueblo, ha generado hoy en día una especie de censura previa exagerada sobre las supuestas cualidades de una persona para asumir un puesto público.
La elección de Ricardo Vargas ya comenzó a ser cuestionada, tanto por grupos feministas dentro de la sociedad civil, así como por partidos políticos de oposición, que lo tildan de ser miembro del Partido Revolucionario Democrático (PRD), o que favoreció la llegada de extranjeros ilegales a nuestras costas.
Pero lo que más molesta, es que ahora, si una persona tal se divorcia o se separa, y trata de formar un nuevo camino en la vida, ahora tampoco es apto para ser Defensor del Pueblo.
Allí está el ejemplo de Benedicto XVI, que pese a su pasado al frente de las juventudes nazis en 1944-1945, se arrepintió y convirtió en sacerdote católico. Luego ya todos conocemos hasta donde pudo aspirar.
Sin embargo, la cuestión de la procedencia oficialista del nuevo defensor, de que en la Dirección de Migración poco se conociera de cifras que explicaran la presencia de colombianos y asiáticos en calidad de inmigrantes ilegales, puede ser un factor determinante para la permanencia en este conflictivo puesto de Vargas.
Y también denunciamos que hay casos de extranjeros que cumplen con todas las reglas para establecerse en Panamá, pero no tienen "las palancas" necesarias para lograr su estadía y formar un futuro en el Istmo.
La Defensoría del Pueblo se ha politizado a lo sumo, desprestigiando a la entidad, en momentos en que muchos problemas sociales agobian al país como el desempleo, los abusos de autoridad, la corrupción, el sufrimiento de los usuarios del transporte público, además de las víctimas del veneno maldito.
Esperemos que Ricardo Vargas haga una buena labor en la Defensoría y que se le de una oportunidad para trabajar. Luego veremos si valió la pena su elección, y si la misma no fue otra jugada politiquera del gobierno de turno.
