Jueves 16 de julio de 1998

 








 

 

EDITORIAL
No ventilar fallos en los medios

U
n elemento básico en el ejercicio de la judicatura es la publicidad, ya que el derecho debe proclamarse con amplitud, de manera que resulte conocido por toos, no pudiendo alegarse su ignorancia; de esta manera, los pronunciamientos de las instancias judiciales que definen marcos a las normas merecen plena divulgación.

Sin embargo, una conducta equívoca, generalizada, convierte a los medios masivos de comunicación en tribunales y academias para desmenuzar, interpretar, censurar y aplaudir, los quehaceres de la justicia y, en este liviano derrotero se festina y confunden los hechos, se inducen torceduras, y se desvían los propósitos de las averiguaciones, generando en el seno popular subjetivas adhesiones y rechazos divorciados de la verdad procesal.

En sonados eventos tribunalicios las orientacines maliciosas o intencionadas del sensacionalismo lograron desviar las averiguaciones públicas y crear ficciones que en muchos casos permanecen inalterables, a pesar de haberse alcanzado aclaraciones que las destruyen.

Así, en el conocido caso de "el Hombre de la Camisa Mambo", la imaginación activa de varios periodistas de tabloide llevaron a la ciudadanía a la creencia; al convencimiento de la existencia de un asesino degollador con tales vestimentas; igualmente el sonado acusatorio de "Ricardon", el violador de mujeres, al cual sustituyó "el Hombre del Petate", genero un clima de terror y miedo en la vida citadina, resultado del hacer de los medios.

Ahora, el pronunciamiento disidente de un Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, al opinar en un proceso de constitucionalidad, en el cual se cuestionó algunos indultos presidenciales por favorecer a personas sindicadas de delitos comunes, provoca en medios de comunicación social cuestionamientos en los que se reclama opiniones defensoras del fallo proferido, y se llega a cuestionar la imparcialidad e independencia de sus firmantes, asentados en subjetivismos, rayanos en temeridad.

Los fallos de justicia deben ser materia de análisis acádemicos; de esclarecimiento conceptual; de discusión doctrinal y técnica, en sitiales de idoneidad y altura, tales las universidades y los colegios de abogados: y no en cintillos de alarma, o en vocerías de ignaros, cuyas consecuencias resienten la confianza popular, debilitando la aceptación ciudadana a la función noble de dictar justicia.

En el caso específico en discusión se establece que el marco de ley que permite la facultad presidencial de indultar, es confuso, razón por la cual se impone buscar los correctivos parlamentarios que esclarezcan su sentido y precise sus ámbitos.

Persistir en la malsana práctica de abanderar la opinión pública en favor y en contra de las decisiones de derecho, pudiera conducirns a grave inestabilidad, generalizada y destructiva, que rechace el dictado de la justicia por los tribunales, y la asigne a la propia mano; a la justicia privada.

 

 


 

AYER GRAFICO
La Asociación de Cazadores Blancos de Mozambique y el Museo de Ciencias.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, soy descuidado con mis hijos.


OPINIONES



 

 

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