La hoja anónima donde una organización criminal denominada "Factura Roja" se atribuí�a la muerte del inspector jefe de la Unidad Especial de Investigaciones Sensitivas, Franklyn Brewster, salió de las propias entrañas de la Policí�a Técnica Judicial (PTJ).
A esa conclusión llegaron los organismos de seguridad tras una serie de investigaciones del documento, que advertí�a que por el envenenamiento de Brewster se pagaron 150 mil balboas y que fue una reacción por el decomiso de casi tres mil kilos de cocaí�na que se dieron en abril pasado, en ocasión de la Operación "Alamo".
Sin embargo, una fuente confiable reveló a Crí�tica que tras los análisis se detectó que los autores del anónimo quisieron "lanzar una cortina de humo" para desviar las investigaciones que con "seguridad" llevarán a la captura de todos los involucrados en la muerte de Brewster, a quien definió como un oficial "honesto" de la PTJ, que no se prestaba para operaciones fraudulentas.
Al mismo tiempo trascendió que en las últimas horas, el director general de la PTJ, Jaime Jácome, ha recibido grandes presiones para que aplique fuertes correctivos a lo interno de la institución.
El aparato de seguridad ha detectado deficiencias en la PTJ y le han girado una cartilla a Jácome que consiste en limpiar la casa, poner orden y dictar las sanciones disciplinarias y administrativas del caso.
Franklyn Brewster murió el 19 de julio, luego de consumir una comida que fue contaminada con un plaguicida el 3 de julio en la oficina de la Unidad Sensitiva, ubicada en las áreas revertidas. La unidad en referencia se encarga de los casos de alto perfil de narcotráfico y tráfico de armas.
Según el documento "Factura Roja", el crimen de Brewster es parte de una operación que la organización puso en ejecución desde enero pasado para eliminar a agentes norteamericanos y panameños por las pérdidas provocadas en la Operación Alamo.
La Operación "Alamo" se inició en octubre del 2005 y su punto cumbre fue en abril, cuando el entonces fiscal Patricio Candanedo anunció la incautación de 2, 800 kilos de cocaí�na en Rí�o Congo de La Chorrera y en un local de Ojo de Agua. La organización estaba integrada por colombianos, mexicanos y panameños, quienes durante ocho meses coronaron más de 10 embarques de droga de aproximadamente 1.5 tonelada cada uno.
La muerte de Brewster y la renuncia del fiscal de Drogas, Patricio Candanedo, han destapado una crisis que afecta a los organismos del combate contra el narcotráfico, que ya antes habí�a sido afectada por el arresto del principal jefe de la Unidad de Narcóticos de la PTJ.
La renuncia provocó un ambiente de incertidumbre. Candanedo advirtió que "no existen las condiciones ni el ambiente necesario" para la lucha contra el narcotráfico.
Brewster era uno de los pupilos de Candanedo. Este lo sumó en 1993 a un grupo de funcionarios a los que se instruyó en materia de inteligencia antidrogas. El agente habí�a sido trasladado a la PTJ en 1990, cuando se escogieron a varios miembros de la Fuerza Pública para integrar ese nuevo componente. Además fue preparado por el FBI en la academia de Quántico y por las autoridades Australianas.
Candanedo y Brewster también hicieron mancuerna en la Operación "Gato Pardo", que conllevó a desmantelar la célula local que mantení�a la comandante "Sonia" de las FARC para lavar dinero en Panamá.
En la Operación "Gato Pardo" se decomisaron cinco toneladas de drogas. Las autoridades identificaron a la guerrillera de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Nayibe Rojas Valderrama, "Comandante Sonia", como la encargada de las finanzas de ese tráfico de cocaí�na.
En el año 2003, "Sonia" ordenó explorar la posibilidad de lavar 40 millones de dólares a través de bancos en Panamá.
"Sonia" hizo varios viajes a Panamá, el último fue en agosto de 2003, pero el 9 de febrero de 2004, fue detenida en Cartagena y luego extraditada a Washington.
El más reciente trabajo conjunto entre el fiscal y Franklyn Brewster fue la Operación Océanos Gemelos, que permitió la captura en Brasil del narcotraficante colombiano Pablo Rayo, quien habí�a construido un imperio en Panamá.
Patricio Candanedo dijo, al anunciar su renuncia, que le llenaba de mucha preocupación la muerte de Brewster y, aunque no podí�a decir qué fue lo que pasó, sí� puede decir que fue un ataque sistemático y hay mucho temor entre los funcionarios investigadores".
Ahora, el FBI colabora con las investigaciones para detectar a los asesinos de Brewster; mientras que Patricio Candanedo se sumó al grupo de fiscales desempleados.