Puerto Rico se hizo ayer con su segundo triunfo en el torneo de baloncesto de los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro al derrotar, sin que le sobrara absolutamente nada, a Islas Vírgenes por 62-57.
Veintitrés puntos del escolta Alejandro Carmona sustentaron la victoria de los dirigidos por Manuel Cintrón, entre los que tuvo una floja tarea el base de los Mavericks de Dallas, José Barea, que acabó con siete tantos.