Realizar treinta minutos diarios de actividad física disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiacas, pero también el cáncer.
Correr, nadar, pedalear o jugar al fútbol durante al menos treinta minutos al día no sólo previene el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, sino que reduce a la mitad el riesgo de padecer cáncer. Esto se debe a que cuando un individuo practica deportes de mediana a alta intensidad, el consumo de oxígeno se multiplica y ayuda al cuerpo a combatir diversos tipos de enfermedades.
Para llegar a esta conclusión, un equipo de investigadores de las universidades finlandesas de Kuopio y Oulu, han estudiado la evolución de más de 2 mil 500 hombres de entre 42 y 61 años con distintos hábitos deportivos a lo largo de casi 17 años. Del total de participantes, 181 murieron a lo largo del estudio como consecuencia de algún tipo de cáncer, siendo los más frecuentes los de pulmón, próstata, gastrointestinales, cerebrales y, por último, los linfomas. Entonces, se estudiaron los hábitos deportivos de los sujetos, medidos en unidades metabólicas (MET), que reflejan la cantidad de oxígeno que se consume a la hora de practicar ejercicio según la intensidad del mismo.
Los resultados mostraron que la actividad física de los sujetos era de 4.5 MET de media y que dedicaban a ella 462 minutos a la semana o, lo que es lo mismo, 66 minutos al día.
No obstante, el 27% de ellos no dedicaban ni siquiera media hora a la práctica de actividades deportivas. Con estos datos en la mano, los investigadores concluyeron que el incremento de la actividad física realizada por un individuo en 1.2 MET, reduce el riesgo de padecer cáncer, en especial de pulmón y gastrointestinal, después de evaluar otros factores exógenos como la edad, el consumo de alcohol o tabaco, la alimentación o el índice de masa corporal de cada uno.