MENSAJE
Te perdono
Hermano Pablo
Costa Mesa, California
I smael Cerna era sobrino del
mariscal Vicente Cerna, quien había sido depuesto como presidente
de Guatemala, Ismael empleaba sus dotes de poeta para combatir, mediante
la prensa y otras actividades, al entonces presidente, el general Justo
Barrios. Lo cierto es que no comulgaba con el régimen de Barrios.
Tanto insistió en atacarlo el joven Cerna, que el presidente Barrios
resolvió mandarlo a la cárcel por actividades subversivas.
En la cárcel el joven poeta, inspirado por quién sabe qué,
le envió un nuevo poema al presidente en el que lo calificaba de
tirano. Y como si eso fuera poco, retó a Barrios a que le quitara
la vida. El presidente, después de leer el poema detenidamente, mandó
llamar al poeta para que se lo leyera en voz alta. Cerna no se acobardó,
sino que lo hizo con la voz vibrándole de emoción. Barrios
quedó admirado de la actuación del poeta y le dijo: "Estos
versos no son malos, joven". Cerna replicó: "Si son buenos
o malo no lo sé, puesto que sólo los he sentido." Barrios
le preguntó entonces: "Le gustaría estar libre?"
Pero Cerna le contestó: "A usted no le pido nada". Barrios
le preguntó entonces: "Le gustaría estar libre?"
Pero Cerna le contestó: "A usted no le pido nada". "Está
bien -concluyó Barrios-, está libre, váyase! La historia
me hará justicia aunque usted no lo haga".
Cerna salió de la cárcel y también del país
en exilio voluntario, y no volvió sino hasta después de la
muerte de Barrios. Pero no se quedó callado. En un aniversario de
la muerte del ex mandatario, aprovechó la ocasión para subir
a la tribuna y recitar los siguientes versos:
- "Yo que de tu implacable tiranía una víctima
fui,
- yo que en mi encono quisiera maldecirte todavía,
- no olvido que en un instante en tu abandono
- quisiste engrandecer la patria mía,
- y en nomnbre de esa patria te perdono".
Tal vez haya influido en Ismael Cerna el siguiente consejo que San Pablo
les dio a los efesios: "Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos
y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sean bondadosos y
compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como
Dios los perdonó a usted en Cristo". Todos necesitamos el perdón,
tanto el darlo como el recibirlo. Los que no somos perdonadores somos perdedores.
Y los que no recibimos el perdón de Dios perdemos la vida eterna
que El nos dio al morir en la cruz. Para recibir ese perdón divino
y la vida eterna que lo acompaña, hasta con que oremos el Padrenuestro
así como Cristo nos enseñó que hiciéramos: "Padre,...
perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos
a todos los que nos ofenden".
|
|
CULTURA |
El Ballet Nacional de Panamá. |
|