Miércoles 9 de sept. de 1998

 








 

 

EDITORIAL
Huelga de hambre en La Joya

La penitenciaría de La Joya fue concebida por el régimen endarista para asentar los reos de escasa peligrosidad; primarios que circunstancias de la vida condujeron al delito, y en su diseño y prospectiva serviría de centro rehabilitador donde los justiciables recibirían formación en oficio, incluyendo al aprendizaje agrícola.

El gobierno del perredé al conocerse la filmación televisiva del violentismo de los custodios contra los presos en la cárcel de La Modelo decidió eliminarla y la calificó de monumento a la injusticia y la ignominia, destruyendo el vetusto inmueble a golpe de dinamita y trasladando indiscriminadamente sus ocupantes a La Joya.

Ahora, aquella medida aplaudida y voceada con triunfal acento por el mandatario Pérez Balladares muestra consecuencias dolorosas; negativas que se materializan en la huelga de hambre que los reclusos mantienen desde ayer, en el intento de obtener atención a sus problemas y carencias.

Los quejosos señalan como causa el hacinamiento en las celdas, donde se aloja a casi el doble de la capacidad diseñada, con únicamente dos camas que deben turnarse entre los reclusos, sin servicios sanitarios accesibles, y donde se reparten golpizas y maltratos por los custodios.

Agregan los huelguistas que los alimentos son suministrados en putrefacción y se hace convivir enfermos de Sida con reos saludables; situación dantesca que definen como "un infierno".

Las autoridades administrativas niegan tales acusaciones; rechazan las conductas señaladas por los reos, y en su defecto muestran recaudos de los elevados gastos alimentarios que realizan trimestralmente.

Estas quejas, contenidas en el documento que familiares de los presos hicieron llegar al Ministerio Público son de fácil comprobación o rechazo: funcionarios de Corrección y otras dependencias pueden acceder sorpresivamente a los comedores de la penitenciaría y verificar la idoneidad de las comidas; de igual manera, legistas médicos pueden precisar hematomas, heridas y escoriaciones, en quienes dicen sufrir castigos corporales; también resulta factible aumentar el número de camas en las celdas, y asímismo establecer sistemas de acceso a las instalaciones sanitarias alejadas y externas.

Al entender que los detenidos gozan de derechos humanos y procesales que deben respetarse, puntualizamos que las penitenciarías no son lugares de veraneo o vacaciones; y asímismo que la normas de comportamiento y reglamentarias deben cumplirse con estrictéz: Pretender alcanzar sinecuras, ventajismos y favoritismos a través de simuladas acusaciones merece rechazos y censuras.

Se impone imparcialmente agotar las investigaciones esclarecedoras y ofrecer sus resultados a la opinión pública, para así disipar las crecientes dudas y suspicacias que el actuar huelguístico de los reos incorpora: Las rectificaciones que los resultados reclamen, no deben retardarse.

 

 

 

 


 

AYER GRAFICO
Rolando LaSerie, el Rey del Guapachá, se presentó con éxito en Panamá en 1959.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no respeto a los ancianos.


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