El pueblo panameño, por novedad o buscando soluciones a sus problemas inmediatos, apoyará a los partidos políticos del Movimiento Popular de ideología de izquierda, con sus discursos radicales y directos: esto es el destino manifiesto para el 2014.
La sociedad panameña está harta y cansada de la corrupción, del enriquecimiento de unos pocos, de la riqueza mal repartida que no llega a los pobres y optará por darles el voto a Genaro y su gente.
Aprovechando esta coyuntura y cansados del eterno discurso político mareador, los ultraizquierdistas, cuya práctica tradicional siempre ha sido el logro de sus conquistas por el método violento, deciden participar del sistema democrático para alcanzar el poder político, pero sin utilizar la violencia.
En esta ocasión lo harán, pero de la mano de gigantes regionales.
Jamás ha llegado al poder en Panamá un partido de corte socialista; lo más cercano fue el Proceso Revolucionario, comandado por el General Omar Torrijos Herrera.
Frente a este escenario político están operando, de forma oculta o disimulada, dos grandes fuerzas de poder estratégico en América: Los aliados del imperio Norte y los del Sur. En el tema de seguridad extra continental caso Irán, acuerdo militar entre ambas potencias regionales.
Brasil, con su política silenciosa y expansionista, tomará partido por algunos de los partidos del movimiento popular en formación. No sorprendería que se utilicen algunas empresas en Panamá, como tapadera de sus servicios de inteligencia, para apoyar indirectamente un partido de los trabajadores. Estaríamos así frente a un socialismo tipo Lula. Acorde con el nuevo orden mundial y aceptado por el resto de las potencias.
A los Estados Unidos les interesa neutralizar la corrupción, cosa que ninguno de los cinco Gobiernos que hemos tenido han querido controlar; aplicar el TPC con los cambios necesarios, de regular el centro financiero con modificaciones que a la fecha la clase económica se ha resistido a hacer, modificaciones a los sistemas económicos financieros, leyes liberales, que en su conjunto son aprovechadas por el crimen organizado. Es más factible que lo haga un Gobierno que no tenga intereses financieros. Además, la lógica social es que el pueblo panameño abrazaría una causa de un partido de corte de izquierda, después de un Gobierno de derecha empresarial.
Esa es la moda en América Latina. Panamá no escapa a estos movimientos pendulares naturales de nuestros pueblos.
La maniobra política es crear condiciones para que surjan dos partidos de izquierda, pero como al estilo de Lula, del Brasil, moderado y lejos de las influencias de los cubanos y chavistas.
Desaparecen los eternas ñángaras, pancistas, caviar como les denominan en el Cono Sur a los comunistas reciclados en la democracia, que como corchos flotan en la política panameña. Desaparecen los partidos tradicionales, que la clase económica criolla utilizó para enriquecerse, desaparecerán los nuevos ricos, y surgirá una clase media, profesional, y con un proceso de cambios sociales, económicos de nuevo estilo de vida.
Para esa fecha deberá existir una Policía Nacional capaz, organizada, saneada de la penetración de las organizaciones criminales, altamente profesional y con la confianza de su pueblo para que garantice la estabilidad democrática en Panamá.
PRONOSTICO 2014
Queda prepararse para tener en el Palacio de Las Garzas a un Presidente del Movimiento Popular, como salida política al fracaso de los partidos tradicionales y apoyados por las potencias regionales.
Esto es parte del nuevo orden mundial y alineamiento de macrofuerzas de América Latina.
