Brad Pitt, de 43 años, admitió que hizo las paces con la fe religiosa y que durante sus años de secundaria tuvo "una crisis en este sentido".
En declaraciones que publicará la revista estadounidense Parade, un dominical que se distribuye a través de 380 periódicos en todo EE.UU. y adelantadas ayer, Pitt señala que durante ese período escolar "iba a ceremonias de fervor cristiano" y se sentía "conmocionado por el Espíritu Santo y luego asistía a conciertos de rock y sentía lo mismo".
Pitt explica que cuando comenzó a cuestionar la religión "no fue una pérdida de fe" para él, sino "un descubrimiento" de sí mismo.