La noche anterior a la gran velada boxística Internacional "KO a las drogas" llenó de glamur a la ciudad de Panamá. No podía ser poca cosa cuando hablamos de un evento en el que estaban en disputa títulos mundiales. Este medio se infiltró 24 horas antes al Hotel Finisterre Suites & Spa, donde estaban las estrellas, para conocer más de cerca lo que se vive horas antes de un evento como este.
Desde diálogos amenos con las personalidades hasta poder observar a Ricardo "Finito" López chatear hasta altas horas de la noche con su familia, fueron algunas vivencias en la antesala del evento.
La noche anterior, "El Nica" caminaba por el lobbie sonriendo a todos mientras se tomaba fotos con sus fanes. Vimos a Brudov cerca de "El Nica", saludándose, ambos mentalizados en la guerra que tendrían al día siguiente.
CENA Y A DORMIR
Los boxeadores llegaron a las 8:00 p.m. a su cena. Intercambiaban palabras y se reían, todo en el buen ambiente de la familia del boxeo. Allí no había rivalidad.
En el hotel pudimos conversar con el ex campeón mundial mexicano Ricardo "Finito" López, quien dijo que está feliz de estar en Panamá, además que es su primera visita a la tierra del Canal.
"Aquí en Panamá, la gente sabe mucho de boxeo, además tienen grandes campeones mundiales", dijo "Finito" López.
Todas las personas que están hospedadas en el hotel querían tomarse una foto con el "Finito" López, para tener recuerdo de ese gran campeón. Algunos le preguntaban sobre su inicio en el boxeo.
Otro de los personajes que estuvo fue el internacional presentador boxístico Jimmy Lennon Jr., quien también se mostró contentó en su cuarta visita a este país.
"Estoy feliz de volver a estar nuevamente en tierra de los grandes campeones mundiales como Roberto Durán e Ismael Laguna", expresó Jimmy Lennon Jr.
Después de la cena, todos se fueron a acostar temprano para el día siguiente entrar en la magia del boxeo. El único que estuvo hasta tarde fue Finito, quien chateaba con sus familiares.
AL DESPERTAR
El día de la pelea, temprano, todos fueron a desayunar a eso de las 7:30 p.m., una suculenta bandeja americana; algunos de ellos ya nerviosos y sólo hablando de sus peleas. El más animado era Freidis Viloria, quien estaba emocionado y "listo para la guerra".
Después del desayuno, cada uno se fue a su habitación para descansar. El almuerzo igual, cada uno se sirvió del bufé y ya, a pensar que en pocas horas la historia sería otra.