El Inter de Milán y el Juventus de Turín, en terreno milanés, firmaron ayer un empate sin goles en una nueva edición liguera del denominado "derbi de Italia", en un partido de la sexta jornada que resultó soso, con pocas ocasiones de gol y aburrido.
El partido, con el argentino Diego Milito y Alessandro del Piero en los banquillos del Inter y Juventus, respectivamente, defraudó. No se vio espectáculo, aunque contentó más a los visitantes que a los locales, que partían como netos favoritos.