El Gobierno francés mostró firmeza contra el bloqueo del suministro de combustible y ante los desórdenes callejeros al día siguiente de otra demostración de oposición a su impopular reforma de las pensiones, que advirtió que continúa.
El presidente Nicolas Sarkozy enfatizó: "Llevaré a término la reforma de las pensiones porque mi deber como jefe del Estado es garantizar a los franceses que tanto ellos como sus hijos puedan contar con su jubilación y que se mantenga el nivel de las pensiones".