Asociaciones de inmigrantes denunciaron ayer que la puesta en libertad del joven que agredió a una joven ecuatoriana en un vagón de tren de Barcelona (noreste de España) puede convertirse en el acicate de otros individuos o grupos racistas para seguir actuando sin miedo a ir a la cárcel.
"Se tiene que aplicar la ley con el máximo rigor posible para sentar precedentes y evitar que se produzcan agresiones xenófobas en un futuro", dijo a EFE, el presidente de la Asociación de ecuatorianos Rumiñahui, Vladimir Paspuel, preocupado por la situación de libertad con cargos en la que quedó el agresor.
El ecuatoriano manifestó que la Justicia tiene que ser "ciega y sabia", y denunció que en esta ocasión la actuación de jueces y fiscales "ha fallado y ha agravado la situación". Por todo ello, Paspuel animó a españoles y extranjeros a manifestarse en el centro de Madrid en señal de repulsa a hechos como el ocurrido el pasado 7 de octubre en un tren ferroviario de Barcelona.