EDITORIAL
La Patria ante el tercer milenio
Hoy, al cumplirse noventa
y cinco años de la gesta independentista que desató los lazos
que nos ataran a la hermana república de Colombia, en respuesta al
equívoco que tal engarce político y administrativo significó
para Panamá, resulta oportuno reflexionar en torno a los derroteros
de futuro que habrá de recorrer nuestro país en el tercer
milenio que se acerca.
Las acciones patrióticas de los próceres, con los riesgos
y consecuencias de peligro que pudieron significar muertes y castigos, el
lluvioso 3 de noviembre de 1903 nos dieron patria y asiento en el seno de
las naciones y permitieron que florecieran los recursos humanos en abandono,
se adelantaran las infraestructuras republicanas, a la cabeza de las cuales
prima el Canal de Panamá, se diera materialización a las expresiones
de la propia nacionalidad, y sellaran un camino de ascenso para las generaciones
en forja, que son orgullo y prez en nuestros anales.
Ahora, en medio de la indiferencia crecida y el olvido generalizado hacia
los preclaros ciudadanos que fundaron la república, cuando valores
básicos de nuestro histórico vivir se niegan, y antivalores
perniciosos y degradantes levantan banderas desorientando el cotidiano quehacer,
debemos decidir en consenso patriótico, con sentido de grandiosidad,
los nuevos senderos por recorrer para alcanzar la plenitud de Panamá
como nación.
Urge, en llamamiento a voces, defender la condición nacional,
celosamente preservar tradiciones, aspiraciones, designios y propósitos
para darle sentido y forma al Panamá que permanecerá en el
milenio que se aproxima, a la vez que asumir con vocación de servicio
profunda las responsabilidades de recibir, manejar y administrar con celoso
cuidado las instalaciones canaleras.
Las formas partidarias, los agremiamientos político en el país
deben responder a las búsquedas del país engrandecido, de
reciedumbre ciudadana, de manera que una agenda nacional consensuada sirva
de norte y marco a las acciones de quienes ostenten las representaciones
del mando y el gobierno.
Hacer de Panamá el país en plenitud, con capacidad para
aprovechar sus ventajas naturales y sus conveniencias comparativas, donde
impere criterios de justicia distributiva y social, con protección
sincera y severa de sus riquezas, son actos de renovación procera
en los designios panameños del Tercer Milenio.
Los principios de Ciencia y Conciencia que predican sectores iluminados
del quehacer social son las guías para que la enseñanza panameña
sirva las aspiraciones de Patria Grande y soberana que buscaron las generaciones
del pasado republicano y que sintetiza el saber ajustado a las modernidades
y las tecnologías de punta, unido a profundo sentimiento de abnegación
y patriotismo que lleve el país istmeño a estadios de felicidad,
donde se reparta en equidad, la risa, la paz y el pan.
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AYER GRAFICO |
El Hipódromo Juan Franco abarrotado de público en el Clásico
Cincuentenario. |
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