domingo 18 de noviembre de 2007

 

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�Por qué padezco de "piernas inquietas"?

Redacción | Cr�tica en L�nea

P: He visto comerciales televisivos que anuncian medicamentos para tratar el síndrome de piernas inquietas. �Qué causa este problema?

R: El Síndrome de Piernas Inquietas (SPI) es un desorden sorprendentemente común que causa sensaciones extrañas e incómodas en las piernas a la hora de descansar, especialmente por la noche.

Las personas a menudo lo describen como un hormigueo, pinchazos, burbujeo, o sensación de quemazón "hormigas caminando por mis piernas" o "o soda burbujeante en mis venas." A menudo, la incomodidad está centrada profundamente en la pantorrilla, pero también se da en los muslos o pies. Varios sondeos sugieren que las SPI afectan del 5 al 35 por ciento de los adultos.

El SPI se hace más común según la gente va envejeciendo, pero sorprendentemente puede iniciarse temprano en la vida.

En la primera infancia, el SPI con frecuencia se diagnostica erradamente como "dolores de crecimiento" o desorden de déficit de atención. EL SPI es más común en las mujeres que en los hombres.

En la mayoría de los casos, la causa es desconocida. Alrededor del 50 por ciento de los pacientes tiene una fuerte historia familiar de SPI, y los investigadores han relacionado el desorden con anormalidades específicas genéticas.

Algunos casos de SPI están unidos a otros problemas médicos. La deficiencia de hierro es lo más común, por lo que a menudo se desarrolla en los donantes de sangre. También ha sido relacionado con la diabetes, enfermedad de riñones, venas varicosas, artritis reumática y el Parkinson, entre otros problemas.

Cuando una enfermedad subyacente se relaciona al síndrome, se le denomina SPI secundaria. Pero en la mayoría de los casos, el SPI azota sin razón alguna y esta forma es conocida como SPI primaria.

Un 80 por ciento de las personas con SPI también tiene un desorden relacionado, desorden de movimiento periódico en miembros inferiores. Este desorden produce contracciones repetitivas involuntarias de los músculos en las piernas: Las piernas se sacuden esporádicamente ("Piernas Elvis") cada 30 segundos durante las etapas que no se sueña.

Contrario del primer desorden, el segundo se produce sin el paciente saberlo, pero su compañero de cama sí que se da cuenta.

La única forma de que las personas con SPI puedan detener el hormigueo por sus piernas es moviéndolas. Ajustan sus piernas y se retuercen en la cama de un lado a otro. La necesidad de moverse es irresistible. En casos serios de SPI, los pacientes tienen que salir de la cama y pasearse por la casa para calmarse.

El resultado es una mala noche de sueño causando dolores de cabeza diurnos, fatiga, o cansancio. También son comunes la somnolencia de la tarde, igual que la mala concentración y los problemas de memoria y productividad.

Desafortunadamente, mucha gente con SPI no es diagnosticada adecuadamente. Los síntomas son a menudo, malinterpretados por insomnio, apnea del sueño, u otros desórdenes del sueño. O se asume que tiene artritis, calambres musculares, enfermedades de arterias periféricas, enfermedad periférica nerviosa o desórdenes psiquiátricos.

Algunas medicaciones podrían agravar el SPI. Ellas incluyen varios antihistamínicos, algunos antidepresivos y medicamentos anti náuseas como Compazine. Bloqueadores de canales del calcio (que se usan para la presión sanguínea alta y angina) y metoclopramide (usado para los desórdenes gástricos) también podría empeorar el SPI. Lo mismo se aplica para la nicotina, el alcohol y la cafeína.

Hacer ejercicio moderado durante el día podría ayudar a calmar sus piernas por la noche; andar es un buen ejemplo. Ejercicios especiales para estirar las piernas a la hora de irse a la cama podría ayudar también.

Algunas personas encuentran las duchas frías beneficiosas, pero otras prefieren el calor. Finalmente, algunas personas con SPI leve podrían dormir bien simplemente masajeando sus pantorrillas o estirando sus piernas en la cama.

Afortunadamente, sólo un cuarto de las personas con SPI son afectadas seriamente como para requerir atención médica. Algunos pacientes con SPI responden bien a un simple tranquilizante (como diazepam, o Valium) a la hora de irse a la cama. A otros les van bien con un calmante (como diazepam, o Darvon). Algunas medicaciones antiepilepsia como gabapentin (Neurontin) son otra opción.

La FDA ha aprobado dos medicamentos, ropinirole (Requip) y pramipexole (Mirapex), gradualmente se aumenta la dosis si es necesario. Efectos secundarios son comunes, especialmente en bajas dosis usadas para el SPI, pero podrían incluir náusea, estreñimiento, nariz taponada y fatiga.

EL SPI es un viejo problema, pero los nuevos tratamientos pueden traer descanso a muchos pacientes. Si usted tiene síntomas de SPI, chequeé con su médico. Le podría recetar algunos análisis de sangre simples, después le podría aconsejar o quitar ciertas medicaciones. De una forma u otra, tendría que tener noches pacíficas y días productivos.

 

 

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