Cuando de salvaguardar la salud de la familia se trata, no podemos andarnos por las ramas.
Hay que demostrar sabiduría al momento de elegir los alimentos de la dieta cotidiana. Máxime si en la familia hay niños, adolescentes y mujeres embarazadas o que dan pecho a sus bebés.
Por esto, hoy les recordamos la importancia de incluir en la alimentación los vegetales. No sólo porque son coloridos y motivan a comer.
Los vegetales son aliados indiscutibles de la salud, por su alto contenido de antioxidantes, vitaminas y minerales, nutrientes que no pueden faltar en el organismo.
PARA MUESTRA, UN BOTON
Por ejemplo, la lechuga es excelente para el sistema óseo, porque el silicio que contiene ayuda a que los músculos y las articulaciones estén flexibles y a prevenir los cánceres de colon, próstata y pulmones. Igualmente, es rica en betacarotenos, pectinas, ácido y aminoácidos que ayudan a la formación de las proteínas. Igualmente, contiene minerales como calcio, cobre, cobalto, hierro, magnesio, potasio, que son claves para mantener un nivel adecuado de líquidos en el cuerpo. También tiene yodo y zinc. En cuanto a vitaminas, tiene B, la A, C, D y E. También ayuda a fortalecer las defensas y a mantener una buena visión.
El zapallo y la zanahoria son otras aliadas de la vista, por su alto contenido de caroteno o provitamina A.
SIEMPRE PENDIENTE
Las consecuencias de no incluir en la dieta vitaminas van desde resequedad en la piel y el cabello, incluso uñas quebradizas. Por ejemplo, la ausencia de Vitamina A, puede ocasionar ceguera; la de B2 puede afectar el desarrollo del embrión y el bajo consumo de Vitamina C se manifiesta en constantes resfriados, lenta cicatrización de las heridas..
Para la piel, los beneficios de la Vitamina E son incomparables.
Por otro lado, el brócoli es rico en Vitamina C y caroteno, que ayudan a prevenir el cáncer de próstata.
Las espinacas, habas y remolachas contienen hierro, cuya deficiencia en la dieta conduce a la anemia.
Sigamos hablando de las bondades de los vegetales. Estos son pobres en grasa, calorías, colesterol y sodio, lo cual es muy bueno, porque ayudan a combatir la obesidad. Además, son ricos en fibra, por lo cual ayudan a prevenir el estreñimiento.
El calcio es clave para la formación de la masa ósea. Y es necesario que en la niñez y adolescencia se consuma suficiente calcio. Incluya en la dieta no solamente leche y sus derivados, también vegetales de color verde y amarillo intenso.
Como verán, razones sobran para que los vegetales estén presentes en la mesa diariamente.